Un bufete de abogados también es conocido como despacho de abogados o estudio jurídico. Son numerosas personas las que requieren sus servicios. Personas que ya saben que en la prestación de dichos servicios consiste la actividad económica de los bufetes. Si en un futuro cercano quieres trabajar en ellos, no dudes en tomar estudios para ser recepcionista.
Sin embargo, hay otras particularidades de estos despachos que desconoces. Por tanto, vale la pena que te pongamos al día en ellas. De este modo tendrás más claro cómo le pueden ayudar. Sigue leyendo.
Índice de contenidos
¿Qué es un bufete de abogados?
En primer lugar, te confirmamos que se trata de una modalidad de ejercicio profesional basada en los servicios jurídicos. Por otro lado, estos servicios pueden ser prestados en espacios físicos e incluso online. Anteriormente siempre se solían relacionar los bufetes con las sedes físicas.
Y no vamos a negar que contar con un espacio propio supone una facilidad a tener en cuenta. Pero a día de hoy es normal que numerosas atenciones jurídicas se presten por Internet. Asimismo, los abogados no suelen tener ningún problema en hacer ciertos desplazamientos de trabajo. De hecho, puede ser positivo para comprobar los escenarios de sus casos u ofrecer comodidad a sus clientes.
Por otra parte, los despachos de abogados están formados por diferentes tipos de componentes. Los socios son los propietarios del bufete. Los asociados, por su parte, son unos abogados a los que se recurre en situaciones específicas. No son dueños del despacho, sino que colaboran eventualmente con él. Por lo general, se contacta con ellos debido a los conocimientos concretos que tienen sobre algún área. Por último, los juniors cuentan con una menor experiencia que los anteriores. Son abogados que trabajan en condición de subordinación con los anteriores, encargándose de labores auxiliares.
Además, cuando acudas a uno de estos bufetes, podrás tener la seguridad de que te atiende un abogado colegiado. En España es obligatorio haberse registrado en el Colegio de Abogados si se quiere ejercer la profesión. De este modo se evita el intrusismo laboral y se garantiza la calidad del servicio. Aparte, todo abogado colegiado podrá ejercer en el resto del país. Se trata de una posibilidad interesante sobre todo para los casos que no se circunscriben a un territorio concreto.
¿Cómo funciona y se organiza un bufete de abogados?
A grandes rasgos, un bufete de abogados se caracteriza por el trabajo en equipo. En él conviven diversos perfiles profesionales. Unos están presentes y otros asisten en casos concretos. Por lo tanto, el cliente se va a beneficiar de la cooperación de estos técnicos en sus casos.
Estos clientes pueden acudir básicamente por dos motivos. Por una parte, cuando tienen un problema legal. Por otro lado, cuando requieren asesoramiento jurídico antes de tomar una decisión relevante. Una decisión como, por ejemplo, la realización de un contrato.
Los miembros del despacho de abogados, por su parte, están especializados en materias concretas del Derecho. Prestan su experiencia sobre todo en: Civil, Administrativo, Corporativo, Propiedad Intelectual, Laboral, Fiscal, Penal y Mercantil. La multi e interdisciplinariedad, en consecuencia, son las normas en un bufete de abogados.
Por tanto, aunque un abogado concreto se encargue de un caso, va a recibir asistencia del resto. Habrá uno que gestionará las claves del caso. Pero este recibirá feedback constantemente de sus compañeros. Ten en cuenta que puede requerir ayuda sobre algunas materias especializadas. Así que los servicios que reciba el cliente se beneficiarán de estas aportaciones diversas. Esta cooperación, asimismo, proporcionará una mayor riqueza al enfoque del caso. Los juristas de un bufete, aparte del habitual de abogado, te ofrecen diversos roles. También pueden ayudarte como asesores, proyectistas, analistas, defensores e investigadores.
Por otra parte, a continuación te contamos las contribuciones principales que te pueden aportar. Toma nota:
- Recopilar información sobre los casos de los que se ocupan.
- Estudio y análisis de leyes que se puedan aplicar a sus casos.
- Recabar datos sobre la jurisprudencia que deba ser conocida o pueda resultar útil.
- Defender las posiciones del cliente ante los tribunales.
- Revisar y redactar los diversos documentos jurídicos y de otro tipo, como los contratos.
- Representar a los clientes en las diligencias y audiencias.
- Explicar a los clientes de una manera razonable, clara y precisa los conceptos jurídicos que les resulten complejos.
- Encargarse de que las tramitaciones de sus casos se realicen en tiempo y forma.
Tipos de despachos de abogados
En cuanto a las clases de despachos de abogados, destacamos dos. El individual es el que cuenta con un único ejerciente. El colectivo, por su parte, está compuesto por diversos abogados. Comparten la titularidad del despacho y ejercen de manera conjunta. Por lo general suelen gestionar los gastos y beneficios en base a un sistema de participaciones.
Además, hemos de señalar que existen bufetes de abogados que tienden a especializarse en algunas materias del Derecho. Por ejemplo, en Penal, Laboral o Matrimonial. Este tipo de bufete de abogados se va a centrar en algún área jurídica concreta. Esta orientación se suele deber a la formación de sus miembros o la cartera de clientes con la que se cuenta.
Diferencia entre despacho y firma de abogados
La principal diferencia entre un despacho y una firma de abogados es su volumen. Un despacho de abogados se estructura como una única unidad de trabajo. Una empresa con un espacio común de trabajo al que se adscriben todos sus miembros.
Sin embargo, una firma de abogados supone una organización más amplia y descentralizada. Tiene una estructura central a partir de la cual se generan subestructuras. Unas subestructuras o subdespachos que más o menos siguen los mismos patrones organizativos que su matriz.
Un despacho recibirá a todos sus clientes en una misma organización. Pero una firma podrá atenderlos en cualquiera de sus subsedes. Incluso podrá estar presente en diferentes territorios (algunos de ellos internacionales). Aparte, cuenta con la posibilidad de dedicar recursos a áreas concretas. Ofertará, en estos casos, las conocidas como boutiques de Derecho.
Mientras un despacho de abogados aporta una mayor cercanía, la firma proporciona diversidad de recursos.
En definitiva, un despacho de abogados te facilita la resolución de tus inconvenientes legales y te aporta asesoramiento jurídico para tomar decisiones racionales.
¿Cómo montar un bufete de abogados?
Son muchos los abogados que deciden emprender su propio negocio, ya sea por necesidad o por tener ganas de ser jefe de uno mismo. Por ello, emprender un despacho de abogados no es tarea fácil. Por ello, como primer paso debes evaluar los pros y contras de esta idea.
Como segundo paso, elige tu idea de negocio. Para ello debes realizar un análisis DAFO que permitirá evaluar esas fortalezas y debilidades que tienes. Posteriormente, podrás establecer pautas para potenciar las primeras y minimizar las segundas.
El tercer paso es elaborar un plan de empresa y como consecuencia, un plan económico-financiero para cuantificar la inversión inicial necesaria. Deberás tener en cuenta la constitución de la empresa, inscribirla en el Colegio de Abogados y el local u oficina que alquilarás o comprarás. También deberás elegir la forma jurídica, que generará distintas obligaciones fiscales, contables y laborales.
Por otro lado, tener una página web y contar con presencia en Internet es una herramienta imprescindible. Por ello debes establecer un presupuesto: diseño, dominio, publicidad en las redes, etc.
Finalmente, conoce la normativa. Las firmas de abogados, bufete de abogados o estudio jurídico se regulan, entre otras, por la Ley 2/2007 de Sociedades Profesionales.