Azafatas y promotoras no son lo mismo, aunque verás anuncios buscando una u otra, sin darte mucha información. Hasta que acudes a la entrevista para ese trabajo y te presentan sus distintas características. La diferencia es perceptible, aunque ambos perfiles pertenecen al mundo del marketing de una determinada marca o empresa. Si quieres ser azafata, no dudes en formarte con el Máster en Protocolo y Organización de Eventos de Marketing y Comunicación.
A continuación, te explicamos en qué se diferencian ambos perfiles profesionales y qué funciones desarrolla cada uno de ellos.
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Conoce las diferencias entre azafatas y promotoras
Las diferencias entre azafatas y promotoras comienzan desde el momento que definen los perfiles de ambas para ser contratadas. Desde el aspecto físico, hasta los límites de edades que suelen solicitar. Puede ser que, en función a la marca donde se trabaje, no haya mucha diferencia con respecto al salario.
La imagen que se solicita en la azafata suele ser la de una mujer joven, de entre 18 a 35 años. Asimismo, debe ser preferiblemente muy alta y delgada. En este caso, la imagen es lo que más destaca para la empresa que contrata.
En el caso de la promotora, la imagen no es un factor tan importante, aunque sí es necesario demostrar seriedad. Las edades solicitadas son muy diferentes con respecto a las azafatas, rondando entre 27 a 50 años. La experiencia es un requisito para ser contratada, caso que no ocurre con las azafatas.
La promotora debe tener facilidad de palabra, demostrando sus capacidades a la empresa que la contrate. Por el contrario, posiblemente la azafata no requiera abrir la boca, aunque se encontrará empresas que soliciten azafatas bilingües.
Es muy probable que no nos encontremos a las azafatas y a las promotoras en los mismos lugares. Pero, por lo general, ocuparán distintas secciones, a pesar de estar en la misma empresa.
¿Cuáles son las funciones de ambos perfiles?
Es posible que, observando las diferencias entre azafatas y promotoras, hayas sospechado acerca de sus funciones en el trabajo. Quizá encontremos ambas bajo el mismo techo y la misma firma, pero sus papeles son muy distintos.
Teniendo en cuenta que una marca cualquiera busca en una azafata la imagen, es porque se promociona a través de ella. En su función, deberá pasear la marca en ella misma, como si de una exposición viviente se tratara. De ahí que se busque un determinado perfil físico. Así, también puede dirigirse al público para darle unas mínimas indicaciones. Mostrar el asiento a los asistentes, indicarles el pasillo que deben pasar, será suficiente para la imagen de la empresa.
La cosa cambia cuando nos referimos a las azafatas de vuelo. Estas, además de mantener una imagen, están obligadas a responder a cierto protocolo.
Por parte de las promotoras, sus funciones son fundamentales para la venta del producto. Ellas deben captar al posible cliente y convertirlo en potencial. Muchas veces, la medida de las ventas está relacionada directamente con la labor de su trabajo. Su papel consiste en convencer al futuro comprador de que necesita un determinado producto y que este le hará feliz.
Es muy probable que se soliciten promotores en el momento en que sale un producto nuevo a la venta. Los requerimientos físicos de estos trabajadores no suelen ser tan estrictos. A veces, la empresa se encarga de uniformarlos para cumplir con su trabajo. Para que lo comprendas mejor, la promotora, como su nombre indica, promociona un producto. Su meta última consistirá en lograr venderlo. A veces, según la empresa donde trabaje, podrá conseguir un porcentaje derivado de las ventas obtenidas.
Perfil profesional y habilidades de ambos perfiles
Azafatas y promotoras, a pesar de que se soliciten por igual, deberán presentar un perfil profesional muy distinto. A través de él, podemos advertir sus habilidades, también muy diferentes. En ambos casos, la empresa puede requerir conocimientos de alto nivel en idiomas. Esto puede ser un requisito más específico en el caso de las promotoras, que deben dirigirse obligatoriamente a un público.
Tanto para un trabajo como para el otro, no existen estudios específicos de las distintas áreas. Estos se tendrán en cuenta en función al tipo de empresa donde sean contratadas. Aun así, con probabilidad, coincidirán en determinados requisitos. A muchas azafatas se les solicitarán conocimientos de protocolo, relacionados con el tipo de evento al que tengan que acudir. Cuando quieres entrar en una agencia de azafatas, los requisitos suelen ser más exigentes.
En lo que respecta a las azafatas de vuelo, es indispensable contar con el título de Tripulante de Cabina de Pasajeros. Además, hay que demostrar ciertas destrezas en áreas como la natación, seguridad, protocolo, etc.
El perfil de las promotoras, por su parte, puede estar determinado por conocimientos específicos. Por ejemplo, si la empresa es de animales, puede requerir a que tengas un graduado en Veterinaria. El promotor, generalmente, deberá demostrar su experiencia en ventas, fidelización y captación. Será el vínculo que conecte a proveedores y compradores.
¿Dónde trabaja cada perfil?
Azafatas y promotoras pueden encontrarse bajo una misma firma, publicitando y promocionando coches, una determinada bebida, hamburguesas, ropa, etc. En el caso de las azafatas de vuelo, las encontrarás durante los desplazamientos en avión, actuando como auxiliares.
Existen azafatas cuya única función es la imagen. Estas pueden estar incluso sin dirigirse al público, solamente mostrando su presencia, haciendo gala de una marca. Así, será normal que las encontremos en tiendas de ropa, concesionarios, discotecas, etc. En los eventos, las azafatas atenderán al público asistente. Un evento puede ser un congreso, la presentación de un libro, el estreno de una película o un partido de tenis.
Las promotoras estarán donde esté el producto a vender. Es así como las hallaremos en hipermercados, concesionarios de coches, inmobiliarias, diferentes tiendas (cosméticos, ropa, perfumerías, etc.).
Una promotora puede llevar su labor a pie de calle o, incluso, detrás de un mostrador. En una gran superficie, como una feria de muestras, puede llegar a promocionar las competencias de un colegio o universidad.
Tanto las azafatas como las promotoras cumplen una función muy importante en el terreno del marketing. Sus labores son muy distintas, así como su imagen y preparación. Los sueldos pueden ser parecidos, aunque todo dependerá de la empresa que las contrate.
Consejos para azafatas y promotoras
Si quieres trabajar como azafata o promotora debes tener en cuenta una serie de consejos.
Ser polifacética es muy importante en el caso de que quieras ser azafata. Desarrollarás muchas tareas y deberás cubrir muchas necesidades. Además, las azafatas trabajan en distintos eventos, por lo que la preparación debe ser distinta. No olvides la amabilidad a la hora de atender a los clientes y no perder los nervios a la hora de solucionar alguna situación complicada o contratiempo. Por ello, el protocolo es muy importante que te lo sepas y lo sigas. Para ello, debes contar con una formación específica con la que aprender a saber estar, a cuidar tu imagen y formarte en idiomas como el inglés o el francés.
Por otro lado, la promotora se encarga de proteger la reputación de una marca. Por ello, deberás conocer las promociones y dirigirte a los clientes con actitud correcta y con empatía. De esta manera podrás conocer sus necesidades. Para trabajar de manera más efectiva, anota los beneficios del producto en promoción. De esta manera, tendrás una idea clara de por qué la gente debe comprarlo. Las formas también son muy importantes, por lo que no debes ser muy directo ni agresivo. Responde a las dudas de los clientes con honestidad y seguridad.