La comunicación no verbal es una rama de la paralingüística que todos los seres humanos usamos para expresarnos. Esta no implica que uses medios, como la escritura u objetos, para mandar un mensaje. Comunicarte de esta manera puede llegar a ser no intencional, ya que forma parte de tu gestualidad o lo que indicas en tu cara. Si quieres dominar el lenguaje no verbal, no dudes en estudiar el Máster en Protocolo y Organización de Eventos de Marketing y Comunicación y enfocar tu carrera profesional hacia este sector.
A continuación te explicamos en profundidad qué es el lenguaje no verbal y sus utilidades. También te contamos sus canales y te aconsejamos para que este tipo de comunicación sea efectiva.
Índice de contenidos
¿Qué es la comunicación no verbal?
Este tipo de comunicación, como su término indica, no usa el lenguaje hablado, pero sí el gesticular. Ten en cuenta que, mediante el silencio, llegamos a transmitir mucho más de lo que decimos. De esta forma, podemos ironizar, hacer una simple seña o, simplemente, guardar silencio, al mismo tiempo que estamos diciendo demasiado.
Sin duda, el lenguaje no verbal es muy útil. A través de él podemos expresar sentimientos que, a veces, no sabemos transmitir con las palabras. Nuestros interlocutores pueden averiguar con él muchas características de nuestra personalidad. En este sentido, la psicología puede establecer tipos de comportamiento, pudiendo definirse el miedo, la incomodidad o el hecho de ser extrovertido.
Cada persona somos un mundo, pero tenemos la capacidad de comprender algunos de los gestos básicos que empleamos al hablar. A este paralenguaje lo identificamos como comunicación no verbal, pudiéndolo transmitir por diversos canales.
Tipos
Los tipos de comunicación no verbal van estrechamente relacionados con los canales.
En este apartado podemos destacar la comunicación kinésica, que se refiere al acompañamiento de la gestualidad y postura frente al lenguaje verbal. También puede ser una sustituta de la oralidad, sobre todo si expresamos corporalmente todo lo contrario a lo que dicen las palabras.
Es posible establecer los tipos de comunicación conforme a las áreas donde los aplicamos. Así, la comunicación es usada como medio de información, enseñanza, sanidad, resolución de conflictos, laboralmente, marketing y en las relaciones humanas.
Canales del lenguaje corporal
Los canales para llevar a cabo el lenguaje no verbal son perfectamente perceptibles por nuestro receptor. En este sentido, utilizamos siete canales bien diferenciados, por medio de los cuales expresamos sentimientos y estados de ánimo. Estos son:
La gestualidad
La gestualidad define nuestra personalidad, aunque está relacionada con la herencia genética. A través de los gestos, solemos acompañar a las palabras, con el fin de darles más énfasis o restarles importancia.
Los expertos en comunicación estudian mucho este aspecto de la lengua no verbal, porque saben que, a través de él, expresan credibilidad.
Existen diferentes tipos de gestualidad:
– Emblemática: no requiere ir acompañada de palabras, ya que posee significado por sí sola.
– Adaptadora: se manipula la emoción y la posición corporal para transmitir un mensaje intencional.
– Reguladora: es la manera con la que interactuamos.
– Manifestante de afecto: por la que expresamos nuestros sentimientos.
Expresión facial
Se suele decir que la cara es el reflejo del alma. A través de ella, queramos o no, transmitimos una emoción que, difícilmente, se puede controlar.
Una cosa es lo que digan nuestras palabras y, otra, lo que muestre nuestro rostro. Aunque hay personas capaces de trabajar en este aspecto para evitar transmitir.
Apariencia
La primera impresión es importante. Mediante la apariencia podemos conocer muchos aspectos de nuestro interlocutor. Al menos, puedes comprobar su género, su edad aproximada e, incluso, definir su profesión.
Es verdad que en los últimos años existe una mayor conciencia a la hora de establecer la posición social de una persona. Aun así, la apariencia ha sido la causa de respuestas desafortunadas, relacionadas con la clase social.
Postura
A través de la postura corporal muestras tu grado de interés hacia otra persona. Cuando estás relajado, mostrándolo mediante tus extremidades, tu interlocutor puede darse cuenta de que estás cómodo con él. En cambio, ante la contracción o el cruce de brazos, puedes dar a entender tu incomodidad ante una determinada situación.
Según tu postura puedes transmitir aburrimiento, distracción, seguridad, confianza, etc.
Háptica
La háptica tiene que ver con el estudio del tacto durante la comunicación. En función a este se aprecia el grado de confianza entre personas, su intimidad e, incluso, su cultura.
No es lo mismo el tacto en un país latino que en Japón, por poner un ejemplo. Una mano en el hombro puede indicar un cierto estado de confianza o comprensión. Aunque también, mediante el tacto, podemos percibir el dominio o intento de ese de una persona a otra.
Proxémica
La proxémica se refiere al espacio que establecen dos interlocutores en el momento de comunicarse. Podemos encontrar un valor aproximado con respecto a este, en función del grado de intimidad que muestren los sujetos:
- Distancia íntima: cuando el espacio entre los interlocutores no supera los 45 centímetros.
- Distancia personal: establecida entre 45 y 120 centímetros.
- Distancia social: aquella que supera los 120 cm.
- Distancia pública: supera los 360 centímetros.
Hay que tener en cuenta que cada individuo, en función a su personalidad, va a requerir un espacio distinto con respecto a otro. Así que, los números anteriormente citados podrían cambiar, teniendo en cuenta las circunstancias personales.
Paralenguaje
El paralenguaje suele englobar a los puntos anteriores, aunque hace especial hincapié en el tono de las palabras, los silencios, los aspectos dubitativos, etc.
La impresión que te puede causar la voz de tu interlocutor también forma parte del paralenguaje. Percibir si está asustado, si ha llorado, si se muestra o no creíble, si está alterado, te dice mucho del mensaje que oyes.
Consejos para una comunicación no verbal efectiva
Teniendo en cuenta los canales, podemos establecer una comunicación efectiva con respecto a nuestro interlocutor. El objetivo es mostrarle interés y acercamiento para lograr el éxito comunicativo, tan necesario para las relaciones humanas.
Mantener la postura, de frente hacia la otra persona, mirándola a los ojos y con una complexión relajada, transmitirá seguridad en tu interlocutor. También hay que saber actuar, conforme al mensaje que recibas. Ante la tristeza, puede ayudar una mano en el hombro, mostrando tu apoyo ante su sufrimiento. Incluso, asentir ayudará a la otra persona a sentirse escuchada.
La comunicación no verbal es tan importante como la verbal. La una complementa a la otra y puede decir más que las palabras.
Errores comunes en la comunicación no verbal
El primer error que cometemos en la comunicación no verbal está en evitar el contacto visual. Esto puede ser interpretado como una falta de interés. Otro error está en encorvar la postura, que se vincula a la falta de energía o tristeza. Esta postura también transmite falta de confianza o baja autoestima.
Dar la mano sin firmeza se interpreta como falta de autoridad o una personalidad débil. Debemos dar la mano con seguridad, sin un agarre muy débil ni muy fuerte. Cruzar los brazos también está mal, ya que puede interpretarse como que estamos a la defensiva.
Bajar la mirada mientras hablamos resta fuerza en nuestros argumentos y nos hace parecer débiles e inseguros. Otras acciones como mirar el reloj o fruncir el ceño son acciones que proyectan una imagen de desinterés o desacuerdo.