Los derechos reales son indispensables para tomar posesión de una propiedad y disfrutarla. Eso sí, para ello se tienen que cumplir dos premisas fundamentales. En primer lugar, son inmediatos y, dicho de otra manera, te permiten disponer del bien en cualquier momento sin solicitar otra intermediación. También son excluyentes, puesto que te permite disponer del bien en contra de los demás. Esta es una manera de disponer de un dominio absoluto sin que otras personas puedan reclamar. Si estás interesado en derecho inmobiliario, descubre cómo ser agente inmobiliario.
Sigue leyendo porque te explicamos en qué consisten los distintos tipos de derechos reales y cuáles son las diferencias con los derechos personales. También te ponemos ejemplos para que te hagas una idea.
Índice de contenidos
¿Cuáles son los tipos de derechos reales?
Estos derechos que se consideran reales pueden ser de varios tipos y conviene realizar la diferenciación para que sepamos cuál es el alcance en cada caso. Hay que recordar que estos derechos se pueden reclamar ante un tribunal si se considera oportuno:
Derechos protección provisional
El derecho de posesión está regulado por loa artículos 430-466 del Código Civil. Esta fórmula está concebida como una etapa provisional antes de la adquisición efectiva del bien. La posesión estará garantizada durante el tiempo que se acuerde.
Es bueno recordar que este tipo de derecho es provisional. Una vez que la adquisición del bien sea efectiva, será sustituido por otro.
Derechos protección definitiva
Los derechos de protección definitiva son los que se aplican cuando ya se ha adquirido un bien. Como el propietario tiene el derecho a su uso y disfrute, la legislación lo reconoce. Este derecho está establecido en los artículos 348 y 349 del Código Civil.
Como principio general, si tienes un bien de tu propiedad y sin ninguna carga, estarás cubierto por los derechos de protección definitiva.
Derechos reales de goce
Los derechos de goce son los relacionados con la posibilidad de disfrutar del uso o rentas. Es importante señalar que estos derechos no implican necesariamente la propiedad del bien o terreno.
El usufructo, regulado por el artículo 467 del Código Civil, permite utilizar como propia una vivienda o disfrutar de rentas, pero sin enajenar el bien ni desvalorizarlo. Hay derechos similares aplicados a bienes o tierras, como el de uso y habitación (artículo 523) o enfiteusis (artículo 1.605).
Finalmente, hemos de decir que existen derechos de construcción, como las servidumbres o el derecho de superficie.
Estos derechos están concebidos para proteger los intereses de la parte que queda en precario. El objetivo es claro, hacer las cosas más fáciles a viudas, agricultores y personas sin recursos.
Derechos de garantía
Los derechos reales de garantía son para que los acreedores puedan cobrar una deuda. En caso de impago, los bienes afectados pasarían a ser de su propiedad. Esto es lo que sucede con la hipoteca (artículo 1874-1880 del Código Civil) y la prenda (artículo 1863). La anticresis (1881) permite hacerse con las rentas de un bien para cobrar la deuda.
La idea es clara, que quien debe dinero responda sobre ello. Estos derechos se pueden aplicar de forma directa, sin intermediarios.
Derechos de adquisición preferente
El derecho de adquisición preferente está concebido para que tengas una garantía cuando vas a comprar un bien. Entre ellos, el más conocido es el de tanteo, que da prioridad a una persona sobre las demás. También existen los derechos de retracto o de opción sobre un determinado bien.
Estos derechos se han aplicado para que una persona, cuando firma un contrato, tenga prioridad.
Diferencias entre derechos reales y personales
Es importante diferenciar entre derecho real y personal. Podemos señalar los siguientes elementos que te servirán para tener una idea clara de lo que quieres:
El derecho real es universal
Un derecho real, por definición, es universal. Esto supone que lo puedes ejercer contra todos, sin ningún tipo de excepción. El objetivo final es el uso o disfrute de un bien. Otro aspecto importante es que, para ejercer un derecho real, no necesitas ningún intermediario.
El derecho personal solo se puede ejercer contra una persona
Un derecho personal tiene que ejercerse contra una persona. Esto se aplica en caso de deudas y lo que se reclama es la cantidad pactada. Es posible, eso sí, que ejercitar este derecho implique la tenencia de un bien, pero no es el objetivo final.
Ejemplos de derechos reales y personales
Un derecho real puede ejercerse de varias maneras y conviene tener diferencias prácticas con los derechos personales. Indicamos ejemplos prácticos que puedes encontrar:
Derechos reales
Si estás en el proceso de compra, el derecho de protección provisional permite que no te quiten el bien hasta que sea de tu propiedad.
El derecho definitivo de protección de un bien te permite disfrutar del mismo en exclusividad. Esto supone que nadie se podrá apropiar de tu vivienda o de tu coche, por poner dos ejemplos.
Un caso paradigmático de derecho de goce es el usufructo viudal. En caso de muerte de un cónyuge, el otro disfrutará de la vivienda común mientras viva. La enfiteusis se utiliza para fincas agrícolas que permiten disponer de las mismas a cambio de una renta o censo.
Un derecho de garantía es el de hipoteca, que es el más utilizado por la mayoría de las personas. En caso de no pagar las cuotas, la entidad acreedora puede ejecutarla y disponer del bien hipotecado.
El tanteo es un derecho que existe de forma preferente en las Sociedades Limitadas (S.L.). Los socios que quedan tienen derecho preferente de compra de las participaciones de los que desean vender. Solo si renuncian, pueden entrar otros socios.
Derechos personales
El principal ejemplo de un derecho personal es la reclamación de una deuda a un particular, nunca al Estado o a otras instituciones públicas. Si no hay un contrato hipotecario, lo más probable es que una resolución judicial ordene embargo de bienes para cobrar la deuda.
En conclusión, los derechos reales son una garantía de uso o disfrute de un bien para un particular. Es recomendable que los conozcas para evitar problemas en el futuro.