La comunicación se enfrenta frecuentemente a múltiples dificultades para un entendimiento claro, como pueden ser distracciones, sonidos o ruido externo y, en muchas ocasiones, la poca comunicación asertiva por parte del emisor. Por esto, es indispensable que aprendas a comunicarte de forma asertiva, lo cual te ayudará a elevar tu confianza en ti mismo y a mejorar tus relaciones en cualquier ámbito (sobre todo en el laboral). Para especializarse en ello, estudiar auxiliar administrativo es muy importante.
A continuación te explicamos qué es la comunicación asertiva y qué pasos debes seguir para desarrollar este tipo de comunicación. ¡Vamos allá!
Índice de contenidos
¿Qué es la comunicación asertiva?
La comunicación se puede comprender como la forma en la que se transmite un mensaje entre un emisor y un receptor. Sin embargo, la comunicación asertiva consiste en la capacidad de expresar sentimientos, ideas u opiniones de manera confiada, clara y partiendo del respeto.
Es un estilo de comunicación directo, honesto, abierto, de manera pausada, no amenazante, pero no defensivo. Esta comunicación es claridad pura.
Quien logra comunicarse de manera asertiva aboga firmemente por sus derechos y necesidades sin violar los derechos de los demás. La meta es lograr que comprendan plenamente tus necesidades y emociones al expresarlas.
Características de la comunicación asertiva
Para que la comunicación sea asertiva, se deben tomar en consideración ciertos elementos que tienen que ver con distintos aspectos emotivos, psicológicos y pragmáticos como son:
- Claridad. Expresa tus necesidades, sentimientos y deseos de manera respetuosa, apropiada y clara.
- Localización. Es importante que elijas el lugar para tener una conversación importante. Las personas suelen mostrarse más comprensivas en un lugar apacible, tranquilo y seguro que en otro ruidoso, lleno de distracciones o incluso amenazante, como podría ser un lugar con muy poca iluminación.
- La articulación. El tono de voz y la manera en que pronunciamos las palabras inciden en nuestra comunicación. A las personas les agota y desanima escuchar a alguien que habla a muy alta velocidad o susurra. Por eso debes prestar especial atención a tu tono de voz y ritmo de habla al querer dar un mensaje claro.
- La postura corporal. El cuerpo también da un mensaje al momento de expresarnos. El posicionamiento del cuerpo debe ser abierto, franco, para así generar confianza en el interlocutor y transmitirle interés y sinceridad. No olvides tener contacto visual al hablar y escuchar.
- La gesticulación. Los gestos que realizamos al hablar pueden reforzar lo dicho o transmitir lo contrario y confundir al receptor. Trata de ser coherente y acompañar lo que hablas con tus gestos.
- La reciprocidad. Presta atención para no caer en un monólogo. Trata de invertir el mismo tiempo que hablas en escuchar a la otra persona para no transmitir indiferencia. Cuando alguien te habla, ¿realmente escuchas o solo esperas tu turno para decir algo?
Tipos de comunicación asertiva
A partir de las características antes mencionadas, podemos categorizar la comunicación asertiva en tres distintos tipos:
- Verbal. Pasa por lo que dices, el mensaje que quieres expresar oralmente, las palabras que escoges, la manera de construir tus oraciones.
- No verbal. Todo aquel mensaje no lingüístico que rodea al lenguaje durante la comunicación. Como la localización, gesticulación y postura corporal.
- Paraverbal. Es aquella intermedia entre lo verbal y lo no verbal. Son los elementos que forman parte del mensaje, la manera en que se dicen las cosas. Es decir, el ritmo, la articulación o el tono de voz.
Ventajas de la asertividad
Como hemos mencionado anteriormente, la asertividad es una estrategia de comunicación. Nos permite expresar nuestras opiniones respetando a los demás a la vez que defendemos nuestro punto de vista. Aquí te decimos las ventajas que tiene ser asertivo:
Sensación de control. La asertividad nos ayuda a sentir que tenemos poder y, por tanto, tener la capacidad de decidir. Con ello no dependemos de los demás.
Mejora la autoestima. La baja autoestima nos hace creer que tenemos que someternos y estar por y para los demás. Una actitud asertiva nos permite decir lo que pensamos, recuperando el control de las situaciones.
Mejora la comunicación con los demás. La asertividad se basa en una comunicación eficiente sin buscar el conflicto. Empodera a la persona.
Contribuye a gestionar las emociones. Ser asertivo impide que guardemos para nosotros todo aquello que queremos expresar. Por tanto, si atendemos nuestras emociones podemos comunicarnos mejor y mejorar las relaciones interpersonales.
Resolver conflictos. La asertividad permite resolver conflictos y evitar que los problemas se magnifiquen. Esto se debe porque expresamos nuestras necesidades.
Consejos para comunicar asertivamente
Este estilo de comunicación juega un papel fundamental para tener una relación saludable con las personas que nos rodean, por lo que ser asertivo en el trabajo es sumamente útil, ya que es donde pasamos gran parte de nuestro tiempo.
Comunicarte de manera asertiva en tu entorno laboral te brinda múltiples ventajas: te ayuda a proyectar confianza, resolver diferencias y crear un ambiente agradable. Por eso, te presentamos unos pasos para desarrollar esta necesaria capacidad comunicativa en tu trabajo:
Comunica sin juzgar
Es indispensable que, al momento de comunicarte de manera asertiva, separes tus prejuicios de tus comentarios y opiniones. Tratando de ser lo más objetivo posible a lo que comentarás. Si tu interlocutor percibe un juicio de tu parte es muy probable que deje de escucharte o se ponga a la defensiva de inmediato.
Identifica y expresa tus sentimientos
En muchas ocasiones, la información que recibes puede ser incorrecta, o incluso lo que pienses y la interpretación que le des tú puede ser errónea. Sin embargo, lo único que es indiscutiblemente real son tus sentimientos, eso que esa opinión o interpretación te hace sentir. La clave es describir tus sensaciones internas y no explicar tus pensamientos o interpretaciones de los actos realizados por los demás.
Por ejemplo, no es lo mismo decirle a tu jefe: “Me enfada el que no sean valorados mis méritos”, a decirle: “Siento que no me quieres dar mérito por mi trabajo”, ya que esto solo es una interpretación de los sentimientos de otra persona, que como toda interpretación, podría estar equivocada.
Encuentra tu necesidad no satisfecha
Tus sentimientos son creados por tus necesidades. Uno se siente bien cuando todas sus necesidades están cubiertas, y mal cuando no lo están.
Si continuáramos con el ejemplo del punto número 2, si te enfada que alguien se apropie de tus méritos o no se te recompense lo suficiente, tal vez tu necesidad es sentirte reconocido.
Cuando no entiendas los motivos de alguien para hacer o decir algo, trata de analizar y descubrir qué necesidad es la que intenta cubrir.
Haz una petición activa y concreta
Este último paso consiste en comunicar de manera clara que es lo que quieres de los demás. Identifica qué lograría satisfacer tu necesidad no cubierta.
Siempre busca comunicar lo que sí quieres en lugar de lo que no quieres. Por ejemplo, si en tu trabajo sueles tener un compañero que acostumbra a llegar tarde, podrías decirle: “¿Cómo crees que puedo conseguir que llegues 5 minutos antes a las reuniones?”, en lugar de “no me gusta que llegues tarde”. De esta manera, expresas que es lo que esperas de esa persona sin que se sienta atacada o sin que parezca una exigencia.
Así, la comunicación asertiva es una nueva manera de relacionarte con las personas que te rodean y de contribuir a tu vida. Empieza a practicarla y comprobarás el cambio para conectar con las personas.