Las hipotecas 100 se han convertido en uno de los productos financieros más demandados en estos últimos años, concretamente desde la crisis económica. Este tipo de hipoteca consiste en pagar el 100% de una vivienda sin necesidad de entregar una entrada. Si quieres especializarte en el sector inmobiliario, obtén un título de administrador de fincas en esta escuela.
A continuación, te contamos en qué consisten las hipotecas 100, cómo puedes solicitar una y cuáles son sus ventajas y desventajas principales.
Índice de contenidos
¿Qué son las hipotecas 100?
A la hora de pedir una hipoteca, el banco que te la concede suele pedirte una garantía de pago. Lo habitual es que debas tener ahorros que representen en torno al 30% del valor de la casa o del piso que te vayas a comprar. Sin embargo, en los años de la crisis económica, algunos bancos apostaron por sacar al mercado un tipo de hipoteca que te permitía pagar el 100 % de tu nueva propiedad sin necesidad de tener ningún tipo de dinero ahorrado.
¿Cuáles son las condiciones para conceder este tipo de hipoteca?
Las entidades que las ofrecen necesitan, lógicamente, algún tipo de garantía de que vas a pagar la hipoteca. Lo habitual es que se lleven a cabo los siguientes pasos antes de concederte la hipoteca que financie el 100 % de tu compra.
El valor de tasación
Las hipotecas suelen alcanzar el 80 % del valor de tasación (el precio que tiene ese inmueble en el mercado inmobiliario), pero si la que vas a comprarte tiene un precio de venta inferior a este valor, es posible que te ofrezcan la hipoteca 100. Es decir, si te quieres comprar una propiedad que está tasada en 180 000 euros, pero la compras a 150 000, el banco terminará dándote la hipoteca por esta última cantidad.
¿Eres solvente?
El banco también analizará cuáles son tus recursos económicos y tu situación laboral. Lo habitual es que te concedan este tipo de hipoteca si:
- Tienes un contrato indefinido y llevas varios años en la misma empresa.
- Si tú y tu pareja cobráis más de 2500 euros al mes entre los dos.
- No estás en ningún registro de morosos.
¿La vivienda que quieres comprar es del banco?
Debido a las consecuencias de la burbuja inmobiliaria, la mayoría de los bancos tiene un enorme catálogo de viviendas en su haber. Si te interesa alguna de ellas, y cumples con las condiciones arriba expresadas, es más sencillo que te concedan este tipo de hipoteca.
Doble hipoteca
Si tus ahorros no representan el 20 % de la compra que vas a realizar, es posible que el banco te pida hipotecar una segunda vivienda por este porcentaje.
Contratación de otros productos
Es habitual que el banco te exija contratar un seguro de vida, de hogar o una tarjeta de crédito concreta de la entidad.
¿Cómo solicitar una hipoteca 100?
Si estás dispuesto a pasar por el examen del banco y a cumplir con los requisitos anteriores, solo tendrías que ir al banco con el precio del inmueble que quieres comprar y con la siguiente documentación:
- Ultima declaración del IRPF.
- Escrituras de las viviendas que puedas tener a tu nombre.
- Una vida laboral actualizada.
- Extractos bancarios.
- Disponibilidad de saldo.
- Las tres últimas nóminas.
Si eres autónomo te solicitarán esos documentos:
- La última declaración anual de IVA.
- El justificante de pago de las mensualidades de la Seguridad Social.
- La última declaración de IRPF (como autónomo o como sociedad).
- Declaración censal.
Tras analizar estos documentos y comprobar que cumplen con las condiciones ya expuestas, comenzará el proceso correspondiente que terminará con una respuesta definitiva por parte del banco.
Otra alternativa es consultar con un asesor hipotecario. Estos profesionales son independientes y están al tanto de las novedades de cada banco a este respecto. Es habitual que te guíen de forma más acertada y que te den algunos consejos eficaces para lograr tu objetivo.
¿Cuáles son las ventajas de las hipotecas 100?
Principalmente, que están destinadas a abonar la primera vivienda del solicitante, por lo que no deja de ser una ayuda más que importante a personas que se acaban de independizar. Igualmente, los plazos de pago son mucho más largos, lo que permite afrontarlos de manera más relajada. La mayoría de los bancos ofrecen este producto siempre que se cumpla con las condiciones arriba indicadas.
¿Y sus desventajas?
Los tipos de interés son los más altos del mercado, ya que el banco quiere recuperar su inversión, pero aplicando un porcentaje de beneficios proporcional. Es importante valorar que, si bien no tienes que hacer ningún tipo de pago al comienzo de la hipoteca, la mensualidad puede llegar a representar el 35 % de tus ingresos.
Piensa que tendrás que pagar 350 por cada 1000 que ganes. Ten en cuenta los gastos que puedes tener, la subida del IPC y la posibilidad de que tu sueldo se congele por cualquier motivo. Recuerda que si no pagas, el banco se quedará con tu casa, hayas pagado lo que hayas pagado, y que las posibilidades de endeudamiento con esta hipoteca son mucho más altas que con otro tipo de hipoteca.
Otra opción, a la hora de solucionar un posible problema de pago, puede ser vender la vivienda. Recuerda que si te han dado esta hipoteca es, precisamente, porque el precio de venta era inferior al de mercado. Es decir, podrás vender la casa, recuperar parte de lo pagado y quitarte la deuda, pero perderás dinero en el proceso.
¿Es aconsejable solicitar una hipoteca 100?
La respuesta a esta pregunta solo la puedes saber tú. Si tienes una estabilidad laboral totalmente garantizada y no te asusta el riesgo, este producto te puede permitir comenzar una nueva etapa e ir abonándolo poco a poco.
Si tu futuro laboral es algo incierto y no tienes claro si vas a poder abonar tu deuda, lo más razonable sería no solicitarla, pero todo dependerá del tipo de interés que te pidan y de una larga serie de factores específicos que pueden protagonizar el proceso de solicitud.
Esperamos haberte aclarado todo lo que necesitas saber sobre las hipotecas 100, un producto que sigue formando parte de la oferta comercial de los bancos y que puede ser la solución más adecuada para la compra de tu vivienda o local comercial.