Todos sabemos lo que es una empresa pública y una empresa privada, pero ¿has oído hablar de las empresas mixtas? En las primeras, el capital proviene de entidades relacionadas con la administración pública, como son el estado o los ayuntamientos. En las privadas, el capital lo ponen inversores particulares se consigue a través de otras vías, como el crowdfunding. Así que, ya puedes imaginarte que las empresas mixtas están a medio camino entre las públicas y privadas.
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¿Qué es una empresa mixta?
Las empresas mixtas son aquellas que reciben asignaciones presupuestarias del Estado, u otra institución pública, y que también cuentan con el apoyo de empresas privadas. Estas últimas pueden contribuir con capital, mano de obra o equipos y materiales de trabajo.
El modelo de empresa mixta está bastante establecido en países en vías de desarrollo, donde el Estado no tiene la capacidad suficiente para mantener relaciones comerciales con otros países, necesitando ayuda económica y logística del sector privado.
Por otro lado, cualquier empresa puede ser mixta, independientemente de su tamaño. Puede ser una gran multinacional dedicada al transporte de hidrocarburos entre países, o una pequeña empresa local dedicada a la gestión de residuos municipales. Para que te hagas una idea, un ejemplo de empresa mixta española es Iberia.
Cómo se gestiona una empresa mixta
La dirección y gestión de una empresa mixta está a cargo de dos partes. Por eso, es muy importante adoptar fórmulas y métodos que permitan la cooperación de ambos socios de forma equitativa. Asimismo, la participación de la parte pública y la privada dependerá de los derechos y acciones que tenga cada una, pero las decisiones se tomarán conjuntamente.
La convivencia es la clave para gestionar este tipo de sociedades mercantiles. Pero no resulta una tarea fácil, ya que se pueden ocasionar problemas relacionados con intereses.
Principales características de una empresa mixta
Una empresa mixta puede surgir de tres maneras:
- Empresas públicas que se han ido privatizando con el tiempo.
- Empresas privadas en apuro y que han encontrado una solución en el modelo mixto.
- La creación, desde cero, de una empresa de este tipo.
Ahora bien, sea cual sea la situación, las empresas mixtas tienen una serie de características. A continuación, te las detallamos.
Cooperar
Ambas partes, la pública y la privada, deben complementarse y potenciar los puntos fuertes de cada una. De esta manera, se crea una sinergia por un bien mayor o causa común.
Compartir riesgos y beneficios
Los socios de una empresa mixta pueden ser del mismo país u otros, por lo que existen variantes culturales, tecnológicas, público objetivo, etc. Aun así, los riesgos y beneficios relacionados con la actividad comercial deben compartirse según lo acordado legalmente.
Acceder a nuevos mercados
La creación de empresas mixtas supone la entrada a un mercado con gran potencial para desarrollarse. Esto se debe a que, si la parte pública y privada provienen de diferentes países o naciones, el mercado en el que operar es más amplio.
Crear un nombre de marca
Para la empresa mixta se puede crear un nombre de marca completamente ajeno a las dos partes socias. Con esto, se le da una distinción y reconocimiento a la nueva sociedad mercantil.
Fomentar el uso de nuevas tecnologías
La creación de empresas mixtas supone una oportunidad para utilizar nuevas tecnologías. De esta manera se producen productos y servicios de alta calidad, pudiendo ahorrar tiempo y recursos.